Cocinas humanas

Es muy conocida la afirmación de que pasamos un tercio de nuestra existencia durmiendo, en la cama. Pero posiblemente usted nunca se ha parado a pensar cuánto tiempo de la vida de un ser humano medio transcurre en la cocina. La respuesta es simple: mucho.

Hace ya tiempo que la cocina dejó de ser el reino exclusivo de la abuela o del ama de casa. Todavía lo era, aunque ya solo parcialmente, a comienzo de los años 90,  cuando yo empecé a trabajar en este complicado sector aprendiendo el oficio desde abajo, recién concluidos mis estudios. Hoy ya no es así. Había dejado de serlo prácticamente cuando allá por el año 2002 decidí embarcarme como empresario en la aventura de la nueva  Master Cocina y reuní un equipo de personas para dar respuesta a los nuevos tiempos que también llegaban a la cocina.

La plena incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la aparición de nuevas formas de familia y el aumento de personas que viven solas ha supuesto la aparición de estilos de vida distintos con su correspondencia en lo que se refiere a la vivienda y, también, a la cocina. Nuestros clientes esperan que su cocina sea útil y se adapte a sus necesidades, en un contexto muchas veces precario en términos de tiempo y espacio. Pero también la cocina sigue siendo centro de convivencia familiar y es ahora además frecuente punto de encuentro con  los amigos, por lo que se demanda que sea un lugar acogedor y bonito, sobre todo cuando se le concede un lugar preferente en el hogar.

En Master Cocina somos muy conscientes de todo esto. Por eso intentamos crear cocinas humanas. Usamos el diseño funcional como herramienta, buscando  líneas y formas hermosas y depuradas,  pero siempre con la persona como única escala al trazar dichas líneas y al crear esos volúmenes, siempre desde la cercanía e inmediatez que nos permite nuestra amplia red comercial, incluso en nuestros mercados exteriores de, por ejemplo, Estados Unidos, Francia o México.

Lo anterior es lo que nos permite dar a cada profesional, a cada cliente, una respuesta singular y adaptada a sus circunstancias, una respuesta que pretendemos útil y efectiva a la vez que bella.  Esto nos distingue respecto al rígido proceder de las grandes multinacionales del sector: nosotros tenemos una capacidad de producción rápida, efectiva y suficiente para afrontar grandes volúmenes, lo que no impide que  siempre tratemos al cliente de manera cercana y profesional.

Diego Cejudo
Director Gerente